La vendimia y elaboración

La Vendimia Y Elaboración 1/1
24 Julio 2018

Todo fin lleva de la mano un comienzo, con el ansiado verano no podría ser de otra forma, con su final comienza la vendimia, es decir, el primer paso hacia la creación de los mejores vinos, es el momento de recoger, seleccionar las mejores uvas y esperar para degustar la nueva añada de Albariños. Las características de la vendimia del Albariño son realizadas bajo el control del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas.

 

En las cinco zonas donde se cultiva Albariño casi todas las bodegas, tienen un  proceso de elaboración parecido, existen pequeñas diferencias que  son las que dan forma a las diferentes variedades de Albariños. El momento ideal para comenzar la vendimia se determina a través de controles de maduración para saber el grado alcohólico y la acidez de la uva. el albariño se recolecta cuando tiene un grado superior a 11 nunca menos, ya que el Consejo Regulador no lo permite. Los grados en las uvas se determinan gracias a un medidor llamado refractómetro, se deberán coger uvas de distintas zonas y racimos, después exprimirlas en un vaso y colocar el mosto en el cristal del medidor para que este nos indique los grados.

 

El Albariño se cultiva en parras alejadas de la tierra, cuanto más seco es el clima más cerca está la uva del suelo, pero en Galicia debido al clima tan húmedo, las cepas están a 2 metros aproximadamente del suelo para alejarlas de la humedad y que se airén. Los racimos se recogen a mano cortando cada racimo con unas tijeras de podadura pequeñas y llenando cajas de hasta 20 kg como máximo, esta norma tiene el único objetivo de conservar y mantener la uva prácticamente intacta.

 

Una vez que pasan los controles de recolección y las uvas llegan a la bodega, se produce la etapa de maceración, es decir el mosto, la pulpa y las pieles de las uvas sin despalillar se mantienen en contacto a temperaturas inferiores a los ocho grados, con el fin de extraer aromas. Este paso es una opción y no todas las bodegas lo realizan. A continuación se pasa al prensado, algo parecido a “exprimir la uva”, se prensan las uvas y se extrae el mosto. Seguidamente se procede a limpiarlo separando la parte líquida de la más sólida que pasa a aposentarse en la parte inferior del depósito. Una vez separados los elementos se procede a la fermentación de la parte líquida extraída de la uva. Se realiza en grandes depósitos de acero inoxidable a una temperatura de 18 grados aproximadamente.

 

Cuando la etapa de fermentación finaliza se separa el vino de los posos evitando su sedimentación en el fondo del depósito. Las partículas en suspensión se eliminan mediante el sistema conocido como clarificación (puede ser por encolado o por filtración). Una de las últimas fases para la elaboración del Albariño es la estabilización tartárica, que consiste en forzar la precipitación de las sales de ácido tartárico a temperatura de entre 4 y6 grados. Cuando han pasado 10 días en los tanques lo extraemos por arriba para no provocar el movimiento de los cristales de bitartrato que se aposentan en el fondo.

 

Los últimos pasos que faltan para poder disfrutar del Albariño es el embotellado y el etiquetado, una vez realizados tenemos el Albariño listo para servir y disfrutar.

 

Financiado UE
Plan de recuperacion